MISTERIO DE LA PACIENCIA DE DIOS

 

Imitemos a Dios en su paciencia

MISTERIO DE LA PACIENCIA DE DIOS

Contenido de la Lectio Divina por el obispo de Escuintla Víctor Hugo Palma, domingo 23 de julio 2023.

En domingo no nos quedemos en casa, participemos de la Santa Misa, es el día del Señor. Debemos hacerlo para tener el encuentro con Jesús por medio del hermano, su palabra y la Eucaristía.

1ra lectura - del libro de la Sabiduría (12, 13. 16-19)

Hoy contemplamos el misterio de la paciencia de Dios. Muchas veces nos preguntamos por qué el Señor no actúa contra el mal, es el misterio de su paciencia. El libro de la sabiduría indica que da tiempo al pecador para que se arrepienta. Los humanos somos los impacientes, queremos cambios inmediatos o rechazamos a las personas que no cambian. Dios tiene paciencia, nosotros somos limitados, pero si somos hijos de Dios debemos imitarlo.

Salmo 85 - Tu, Señor, eres bueno y clemente

Contemplación: la bondad no es maldad de Dios, solo esperemos el bien, se dará cuando él quiera. Nosotros somos impacientes. Debemos imitarlo en bondad y clemencia, particularmente en aquellas situaciones que parece que no se puede. Imaginemos al dueño del campo donde está el trigo y la cizaña, todo parece igual, pero el mal está presente, solo la paciencia de Dios lo permite, pero un día llegará la cosecha.

2da lectura - de la carta del apóstol san Pablo a los romanos (8, 26-27)
 

Evangelio - según san Mateo (13, 24-43)

Jesús menciona varias parábolas, pero la que destaca es la de la cizaña que crece junto al trigo. Los segadores pensaron en la conveniencia de arrancar la cizaña sin pensar que también arrancarían el trigo. El dueño del campo dijo no. Esperemos hasta la cosecha. Habrá un tiempo en que todo se resolverá. Dios tiene caminos, tarda, pero no olvida, su reino avanza poco a poco. Tenemos un Dios diferente, no tiene prisa, actúa poco a poco. Al mundo no lo lleva el mal, lo lleva el bien.

Meditación: ¿tenemos paciencia en lo que Dios hace en nuestra vida? Paciente es el que espera, somos pacientes colaborando con Dios, poniendo nuestra fe en su acción. Cuantas veces pecamos de inmediatismo. Debemos dar tiempo a los pecadores para que se conviertan, quizá somos nosotros. Debemos orar por su y nuestra conversión.

Oración: Jesús eres el administrador del campo y el dueño es el Padre. Ha entrado el mal desde el principio. Gracias por tu intercesión para tener la oportunidad de conversión y dejar de ser cizaña para ser trigo. Danos espíritu de intercesión y que no nos sintamos mejores que los demás.

Acción: la paciencia divina implica que no hay mal que dure para siempre. Pidamos paciencia en un mundo de impaciencia. Tengamos la confianza de que el reino de Dios va creciendo como la levadura, poco a poco. Se le pone a la harina y esta crece silenciosa. Del mismo modo poco a poco crecerá el bien en el mundo. Las noticias no lo mencionan porque se enfocan solo en mal. Pidamos la intercesión de la Virgen María, madre de los pecadores para que alcancemos la conversión.

 

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