SENCILLEZ DE CORAZÓN
Hoy
recibimos en la palabra la enseñanza de la acción de Dios y para realizarla necesita
de la apertura, esta viene de la sencillez del corazón, por lo que no funciona
ante un corazón orgulloso.
1ra lectura - del libro del Éxodo (3, 1-6. 9-12)
Continuamos
con el tema de la humildad. Moisés va al desierto porque pierde a algunos
animales, de pronto observa una sarsa ardiendo que no se consume. Esta es signo
del amor de Dios que a pesar de nuestra mala conducta su amor no se apaga para
que recibamos el mensaje de salvación. Dios le pide a Moisés quitarse las
sandalias, este fue criado en el palacio del faraón y pesar de eso accede. Dios
le dijo: “escuché el clamor de mi pueblo”. Solemos pensar que Dios no nos
escucha y no actúa en el horario previsto. El Señor está esperando nuestra
sencillez para actuar en nuestra vida.
Salmo 102 - El Señor es compasivo y misericordioso
Contemplación: Moisés no conocía el fuego de la sarsa
que arde e Israel clamaba a Dios sin tener claro quién era Dios, lo había
olvidado, pero Dios no se olvida, tiene compasión con el que sufre y por eso
escuchó a su pueblo para librarlo. Imaginemos a Moisés descalzo frente a la
sarsa. Es el amor de Dios, Él nunca se olvida, es el amor constante.
Evangelio - según san Mateo (11, 25-27)
Jesús
exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente
sencilla! El Señor necesita de un corazón sencillo que le escuche antes de
hablar.
Meditación: ¿nos quitamos las sandalias cuando
estamos delante de Dios, es decir la soberbia? Dios tiene proyectos para
nosotros que no sabemos, para que se den debemos despojarnos del egoísmo y el
orgullo, porque con esas actitudes no nos podemos acercar a Dios. El tener un
corazón sencillo y humilde no es complejo de inferioridad, como lo supone el
mundo. Es bueno que nos superemos utilizando nuestras capacidades que recibimos
de Dios. Muchas personas llegan a la sima en la economía y la política, pero se
olvidan de Dios. Si tenemos un corazón sencillo aprenderemos a callarnos para escuchar
a Dios.
Oración: Jesús, siempre fuiste sencillo y lo
expresaste cuando le pediste al Padre que no se hiciera tu voluntad sino la suya.
Enséñanos como tu a ser humildes, que consiste en aceptar con dignidad que somos
hijos de Dios. De esta forma tendremos la paz que viene el hacer la voluntad de
Dios. Eres el maestro de la sencillez y la bondad.
Acción: vivir la humildad y la pobreza de corazón,
es en resumen hacer oración, no de reclamo, porque el vecino tiene más y se
porta mal. Debemos orar por quienes nos hacen daño o nos desagradan, esta es la
verdadera compasión. El mundo vive de mentiras y vanidad. Debemos ser sencillos
de corazón para complacer al Señor y de esta forma nos levantará
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