DAR LA VIDA POR EL HERMANO
Contenido de la Lectio Divina por el obispo de Escuintla Víctor Hugo Palma, lunes 14 de agosto 2023.
Recordemos la cercanía de Dios, aún en nuestros problemas, el Señor siempre nos conforta.
1ra lectura - del libro del Deuteronomio (10, 12-22)
Dios siempre nos acompaña, eso es lo que nos muestra la historia de este joven. Solemos apartarnos de Dios cuando pretendemos tener más en la vida, eso no es malo, pero no debe ser el objetivo principal. Recordemos que siempre debemos tener presente a Dios y a los hermanos, es de esta forma cómo podemos imitarlo.
Salmo 147 - Glorifica al Señor, Jerusalén
Contemplación: es una ingratitud olvidar a Dios. Imaginemos a Jesús que está con Pedro, el Señor puede hacer el milagro de pagar el impuesto. Lo importante es el hecho que el Señor siempre está con Pedro y del mismo modo con cada uno de nosotros.
Evangelio - según san Mateo (17, 22-27)
Hoy a Jesús le cobran el impuesto. Le dice a Pedro que pesque y en un pez encuentra una moneda, con esta paga el impuesto de ambos. Por situaciones de este tipo el Señor siempre fue calumniado, lo mismo ocurre en la actualidad con la Iglesia y sigue sufriendo persecución que es como perseguir a Dios,
Meditación: cuando nos olvidamos de Dios endurecemos nuestra cabeza y corazón, es la forma de olvidar lo que hace por nosotros y del mismo modo nos olvidamos de los demás. Esto nos lleva a sentirnos solos, pero debemos tener presente que somos hermanos de Jesús, Él está presente en medio de cualquier circunstancia adversa.
Oración: Jesús nos muestra al Dios cercano, aún en las cosas materiales. Jesús pagó el impuesto, pero a veces el mundo se viene contra la Iglesia, aún en medio de esas contrariedades no debemos experimentar soledad, por el contrario sentir la presencia de Dios y tener el encuentro cercano con el hermano. Recordemos que Jesús está cerca, incluso en los momentos difíciles.
Acción: con la gracia de Dios no debemos olvidarlo y no caer en soledad que nos induce al orgullo. Debemos abrirnos a Dios en la oración, eso nos lleva de vuelta a los hermanos y también sentirnos acompañados de Dios, incluso en las cosas pequeñas, particularmente si ponemos en Él nuestra confianza. Debemos tener la fuerza de san Maximiliano que dio la vida por uno de los prisioneros en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. El hombre por el que san Maximiliano dio su vida, conservó una fotografía de él y les indicó a sus hijos que había muerto en su lugar. Es lo que hizo Jesús, morir por nosotros para devolvernos la amistad con Dios.
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